VALORES/ÉTICA |
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DIOS: Hay un solo Dios, eternamente existente en tres personas; Padre, Hijo y Espíritu Santo. Estas tres personas son iguales y eternas (1 Juan 5:7; Génesis 1:26; Mateo 3:16-17, 28:19; Lucas 1:35; Isaías 9:6; Hebreos 3:7-11). |
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JESUCRISTO: Jesucristo es Dios Hijo, la segunda persona de la Trinidad. En la tierra, Jesús fue 100% Dios y 100% hombre. Él es el único hombre en el mundo que vivió una vida sin pecado. Él Nació de una virgen, vivió una vida libre de pecado e hizo milagros, murió en una cruz por la humanidad, para expiación de nuestros pecados, por medio del derrame de su sangre. Resucitó de entre los muertos el tercer día según las Escrituras, subió al cielo y ahora está sentado a la diestra del Padre, volverá nuevamente con todo su poder y gloria. (Juan 1:1, 14, 20:28; 1 Timoteo 3:16; Isaías 9:6; Filipenses 2:5-6;
1 Timoteo 2:5) |
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EL ESPÍRITU SANTO: Él es la tercera persona de la trinidad, (1 Juan 5:7). El Espíritu Santo le fue dado a la iglesia para su existencia. Los nombres dados al Espíritu Santo son: “Espíritu de Dios” (Génesis 1:2), “Espíritu del Señor” (Jueces 3:10, Lucas 4:18). Él tiene personalidad, tiene intelecto (Isaías 11:2; 1 Corintios 2:10-11); Él tiene emociones (Isaías 63:10; Efesios 4:30) y Él tiene voluntad (1 Corintios 12:11). Su propósito es: Enseñar (Juan 16:13), guiar (Romanos 8:14), confortar (Juan 14:26), interceder (Romanos 8:26) y convencer (Juan 16:8). |
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LAS SANTAS ESCRITURAS: La Biblia es la soberana palabra de Dios. Solamente ella tiene la autoridad y la última palabra para determinar todas las verdades doctrinales. Las Escrituras originales, son inspiradas, infalibles e inerrantes (2 Timoteo 3:16; 2 Pedro 1:20-21; Proverbios 30:5; Romanos 16:25-26). |
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SALVACIÓN DEL HOMBRE: Por gracia somos salvos a través de la fe en Cristo Jesús, en Su muerte y resurrección. La salvación es un regalo de Dios, no es un resultado de nuestras buenas obras o algún esfuerzo humano (Efesios 2:8-9; Gálatas 2:16, 3:8; Tito 3:5; Romanos 10:9:10; Hechos16:31; Hebreos 9:22). |
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LA IGLESIA: La Iglesia es el Cuerpo de Cristo, y la morada de Dios por medio del Espíritu con el objeto de la realización de la gran comisión de Jesucristo. Cada persona que es nacida del Espíritu es una parte integral de la iglesia como miembro del cuerpo de creyentes. Hay una unidad espiritual entre todos los creyentes de nuestro Señor Jesucristo. (Efesios 1:22, 2:19-22; Hebreos 12:23; Juan 17:11, 20-23). |
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LA FAMILIA: Dios creó a Adán y Eva y formó la familia (Varón y hembra, Él los creo) y les dio el privilegio de regir y estar por encima de lo creado. (Génesis 2:18-25) Creemos que la familia es la base de la sociedad. |
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SEXO: Dios ideó las relaciones sexuales para que el hombre y la mujer no solo procrearan hijos sino para el placer dentro del compromiso del matrimonio entre un varón y una mujer (Génesis 1:27). El acto sexual es una relación pura y legítima solo cuando es realizado así, dentro del plan y el orden de Dios, entre un varón y una mujer y dentro del compromiso matrimonial (Génesis 2:24; 28). |
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DIVORCIO: Creemos que el matrimonio es un pacto de amor para toda la vida que la pareja hace con Dios el día de la boda y que no debe romperse; (Marcos 10:7-9) Dios no aprueba el divorcio ni es su propósito original. Pero por causa de la dureza del corazón de la gente (el pecado), se permitió el divorcio desde épocas de Moisés. Jesús dijo que no se permitía por cualquier causa, sino por causa de fornicación (Marcos 10:2-6; Mateo 19:7-9) es decir, cuando uno de los dos es culpable de inmoralidad sexual e infidelidad reiterada sin muestras de arrepentimiento. Deben hacerse todos los intentos posibles por reconstruir el matrimonio, pero hay situaciones que se hacen insoportables y extremas, y fuera de toda posibilidad humana de restaurar a la pareja, como lo son la violencia familiar que acarrea incluso peligro de muerte del cónyuge o de los hijos (Tema muy penado por la ley en los estados Unidos de América). Es en estos casos que el divorcio es inevitable y forma parte de la voluntad permisiva de Dios y de su gracia. Pero el creyente no debe procurar el divorcio como una opción, como una salida fácil a los problemas o porque se haya perdido el amor. Esto es un acto de desobediencia a Dios. |
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ABORTO: Dios es el Creador de la vida y Él la da y la quita cuando quiere. (1 Samuel 2:6) Valoramos la vida. Desde el momento en que se formó el embrión en el vientre de la madre, ya hay vida humana en él y este embrion nacerá o no según la voluntad de Dios (Isaías 44:24; Job 31:15; Salmo 139:13-16; Jeremías 1:5) Por lo cual quitar la vida a un embrion o feto es considerado quitar la vida a un ser humano (Mateo 5:21) Si la concepcion fue hecha por violación o incesto (Deuteronomio 24:16;) Asimismo si sabemos que el bebé viene defectuoso (Éxodo 4:11; Romanos 9:20). En el caso en que la vida de la madre corra peligro y el médico lo aconseja (aborto terapéutico) creemos que la persona tiene libertad delante de Dios de decidir, buscando Su dirección. |
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ALQUILER DE VIENTRE: (Maternidad subrogada) Este es un tema ilegal en la mayoría de los países de habla hispana. En países del primer mundo es más admitido, pero sumamente caro. Las mujeres que lo hacen, lo ejecutan por fines estrictamente económicos (Hay mucha mafia cibernética mundial detrás de este tema). Este es un tema moderno, no hay registros bíblicos y por lo tanto lo tenemos que tratar basados en la ética cristiana personal. En este tema tenemos un estricto no, ya que hay problemas legales (Ilegalidad de acto [en algunos países], como de demandas por las madres prestadoras), interés económico y problemas físicos y emocionales (Desprendimiento emocional de la madre y problemas físicos aparejados, aun la muerte) de por medio. Una opción clara y hermosa es la adopción, “tener hijos de corazón”, ya que hay tantos niños abandonados y son hijos con clara legitimidad, deseados y aceptados incondicionalmente. |
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INSEMINACIÓN ARTIFICIAL: Es un medio que hoy nos da la ciencia y que permite a parejas infertiles poder tener un hijo de un modo en que de la forma natural, que es el acto sexual, no podrían. No hay un sí o un no rotundos. Es un tema muy controversial, difícil y personal. También puede haber mucha manipulación de la vida humana en los casos de inseminación, sobre todo cuando es de un donante lo que la hace más discutible moralmente. Creemos en la ayuda de la ciencia para que la fertilizacion natural se produzca. Nuestro consejo es que, junto con la ayuda médica, la pareja que no puede tener un bebé recurra a la oración pidiendo un milagro al dador de la vida que es Dios, y si Él lo quiere así en su soberanía, Él lo dará y será lo mejor para el matrimonio. Otra opción hermosa es la adopción, ya que hay tantos niños abandonados. Cada pareja debe tener, no obstante, la libertad según su conciencia y sobre todo con la guía del Espíritu Santo. |
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USO DE ANTICONCEPTIVOS: El mandato de Dios es fructifiquemos y nos multipliquemos pero eso no implica que no puede haber un control responsable de la concepción. (Génesis 1:28) Él no nos ha dicho cuantos hijos debemos tener. Él nos ha dado el dominio sobre la creación. El uso de anticonceptivos es un medio para regular la concepción, sobre todo cuando hay razones justas para no tener más hijos, como la salud o la economia y otras semejantes. Claro que debe hacerse responsablemente, teniendo cuidado que esos anticonceptivos no sean abortivos sino preventivos. Pero sobre todo, es el matrimonio quien debe decidir esto según su conciencia. |
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ADOPCIÓN:
Vemos la adopción como una oportunidad hermosa que se le da a una criatura de tener un hogar en donde se le pueda amar y educar. También es una oportunidad para aquellos matrimonios que no pueden tener hijos de su propia sangre o que ya hayan pasado el tiempo de procrear. En un acto de amor. Los hijos tomados en adopción son los hijos del corazon, deseados y buscados y aceptados tal cual son con un amor incondicional. |
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CREMACIÓN DE CADÁVERES:
El cuerpo del cristiano es de Dios, templo del Espíritu Santo, y no debemos dañarlo en ninguna forma (Romanos 14:8; 1 Corintios 6:19-20). Es mejor dejar que el cuerpo vuelva a la tierra de donde viene y se deshaga o descomponga naturalmente. (Eclesiastés 12:7 Génesis 3:19) Vemos en toda las Escrituras que los cuerpos de los muertos eran enterrados o envueltos y puestos en tumbas (cuevas) como en el caso de Jesús, pero nunca quemados. Quemar un cuerpo era señal de maldición y señal de la ira divina (Éxodo 32:20; Levítico 10:1-2; Deuteronomio 7:25; Números 16:35; Hechos 19:18-19; Apocalipsis 20:15). En la actualidad mucho se acostumbra esto por una cuestión de economía y frente a esta situación no podemos oponernos abiertamente como iglesia, si no podemos a la vez ofrecer otra solución. No significa que el hacer esto afectará a nuestra salvación ni tampoco impedirá la resurrección de nuestros cuerpos, pero si es algo que desagrada a Dios, no debemos hacerlo. |
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EUTANASIA: El término significa literalmente “buena muerte”. Es la suspensión del cuidado del enfermo que sufre, con la intención de terminar la vida de la persona. Según las Escrituras, la vida le pertenece a Dios y no tenemos derecho sobre ella para quitarla. No existe la “buena muerte”. Según las Escrituras es un enemigo, y se impone sobre nosotros a causa de nuestro pecado, pero ha de ser vencido por Cristo cuando Él venga. La muerte de sus santos es bienaventurada, porque la persona va con Cristo, pero cuando Él lo disponga. Las Escrituras dicen que la vida pertenece al Señor, Él da y Él quita cuando Él quiere. Debemos tener cuidado sobre los que sufren y mitigar su dolor pero no acelerar su muerte. Procurar extender artificialmente la vida con máquinas, si estas solo mantienen una vida en estado vegetal sin retorno, también es manipular la vida. |
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DONACIÓN DE ÓRGANOS:
Muchas veces hemos oído de casos de venta de órganos y eso nos detiene de donar nuestros órganos, pero sin embargo creemos que esto puede ser algo que bendiga ciertamente a alguien que lo necesita cuando es bien realizado. No hay nada malo en donar un órgano sano que no necesitaremos al morir. Muchos cristianos creen que es mutilar o dañar el cuerpo pero debemos mirarlo como un acto de compasión, ya que por otro lado no se está dañando el cuerpo a propósito ni destruyendo o quemando sino simplemente quitando un órgano o más para ponerlo en otro cuerpo vivo quien necesita un trasplante. Cada uno tiene que tener libertad de pensamiento y decisión en cuanto al tema. |
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“Una familia se trabaja, se construye; y el trabajo constructivo es duro, es arduo, y tenemos que trabajar para poder lograr una buena familia.”
–Pastor Nelson Venturini.
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